Apenas pasaban unos minutos de las cinco de la tarde cuando entramos en el pueblo de Agés. Idilico, de postal visto desde el alto que corona el camino de llegada. Mos hemos visto obligados a alargar esta etapa, que inicialmente era de 24,5 kilómetros, por que en San Juan de Ortega, lugar donde finalizaba, el albergue estaba cerrado. Así pues, la prolongación del día ha arrojado un total de 28,5 kilómetros de nada.
La lluvia mos ha acompañado durante casi toda la etapa. Únicamente el alto de Montes de Oca nos ha permitido un tímido desahogo, tan alto hemos ascendido al cielo que las nubes no nos daban alcance.
Comida a base de huevos fritos con morcilla castellana y visita a la iglesia templaria de San Juan de Ortega. En ella hemos podido contemplar el misterioso capitel de la anunciación, que es iluminado completamente por un rayo sol todas las tardes del equinoccio de verano, siempre a las cinco y cinco de la tarde.
Al llegar a Agés, el hospitalero ha hecho una extraña mención al demonio...
miércoles, 3 de marzo de 2010
11° etapa Belorado-Agés
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