Etapa de 17,6 kilómetros que ha servido de descanso a las ampollas. La verdad es que hoy no han molestado nada, y la razón hay que buscarla en las plantillas de silicona que compre ayer. Queda pues demostrada la ineficacia de los zapatos de montaña Merrel, al menos las plantillas de serie, ya que procan roces indeseables en los talones.
Bien, la caminata ha transcurrido tranquila. El único aliciente ha sido el bocadillo en un parque, tumbado sobre una hamaca de piedra. El nucleo historico de Santo Domingo de la Calzada es delicioso, con multitud de castillos señriales, casonas condales, iglesias y conventos. Lo malo es que te hacen pagar por oler el aire cargado de años en todos los rincones en los que la historia se viste de piedra.
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