viernes, 26 de marzo de 2010

33° etapa Monte do Gozo-Santiago de Compostela

Final de etapa. 6 lluviosos kilómetros hasta poder pisar la Plaza del Obradoiro, lugar donde se encuentra la catedral de Santiago, tumba del apostol.
El tiempo se ha movido veloz mientras yo cruzaba España, han pasado 33 días desde mi partida a pie en Roncesvalles. Algo se ha movido dentro de mí, algo que no buscaba cuyo premio es todo lo que me rodea.
He hecho una cola larguísima para abrazar al Santo, pero no importaba la espera porque estaba al final del camino. He abrazado la figura que representa al hombre que hay enterrado debajo; le he dicho en voz alta unas pocas palabras que jamás olvidaré y que resultan el motivo de mi peregrinación:
"Por Luisa, por Rober, por mis tres hijos, por mis padres y por toda mi familia. Para mi no quiero más que la promesa de esa bendición"
Después he inspirado todo el aire que he podido y lo he soltado poco a poco mientras salia de la cabina del santo.
Sólo han sido unos segundos de abrazo, más que suficientes para que todas aquellas personas que conozco padaran por mi mente en la comunión de mis mejores deseos a un mismo tiempo.
Espero que a cada uno le llegara su porción de afecto.
Quedaba cubrir el encargo deencender velas, una por cada uno de mis familiares y amigos más cercanos. Mucha luz.
La última liturgia, entre abrazos de camaradería y buenos deseos entre todos los peregrinos que hemos coincidido a lo largo de esos 793 kilómetros, escuchar la misa del peregrino ofrecida por el Obispo y ver volar el Botafumeiro.
Como despedida, mi casual compañero de viaje y yo nos hemos comido una mariscada con langosta incluida. El día ha finalizado, como no podía ser menos en tierra de meigas, con la lectura a coro de una decena de peregrinos de un "Conxuro" contra los malos espíritus mientras un mejunje de licores ardía en una olla de pocimas especiales. La Queimada resulto exquisita. Con el éxito de esta pequeña misión, vuelvo por fin a casa, para abrazar a los mios. Tal vez me haya merecido un descanso justo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario