27 kilómetros entre corredóiras y bosques de castaño y eucalipto a partes iguales. El camino huele como la herboristería del barrio, esa que se niega a perecer ante el avance incesante del libre comercio y las grandes superficies. Inigualable exposición de colores, pese a una primavera de cuna, y festival de agua y sonidos que me pierdo por ser ser sordo.
Lo que no me he perdido es el sabor dulce-picante del pulpo a la gallega, que se cuece con cariño en la pequeña ciudad de Melide. Hay tanto que deben haber matado al ejemplar gigante que trajo de cabeza al capitan Nemo a bordo del Nautilus.
Y Santiago a tiro de un 2 en los dados. Estimo la llegada para el este jueves a mediodía, pero no adelantemos acontecimientos porque si en la próxima tirada me sale un seis, caería en la casilla de la muerte y debería volver al principio del juego.
miércoles, 24 de marzo de 2010
31° etapa San Xiao do Camiño-Arzúa
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