Para no variar en el sentimiento que me agobia en esta última semana, hoy también han sido 33,80 aburridos kilómetros de andadero junto a la carretera nacional. Abandonar León se ha hecho interminable entre cientos de naves industriales.
La ciudad promete una visita mucho más tranquila en un futuro temprano.
La sorpresa la ha dado encontrar un poblado Hobbit tras todos esos poligonos industriales.
La comida en Villadangos del Paramo ha sido exquisita.
Las noticias sobre el diablo son directas y contundentes: espera a que el ángel llegue a Astorga. Me perderé el encuentro...
domingo, 14 de marzo de 2010
21° etapa León-Hospital de Orbigo
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